«Doctor Syntax, Stopt by Highwaymen» Thomas Rowlandson (1756–1827)
Cada una de nuestras vidas pasa por diferentes etapas, episodios que se van sucediendo unos tras otros. A veces son años, en ocasiones van a un ritmo más rápido, pero lo que desde luego no pasa es que nuestra vida permanezca inalterable. Podemos cambiar de lugar de residencia y tendremos que habituarnos a otra ciudad, quizá incluso a otro país, Cambiamos de trabajo, en ocasiones de pareja, de estudios…Todo cambia, nosotros cambiamos, nuestro entorno cambia constantemente, nuestra familia, amistades…
Algunos cambios los decidimos nosotros, en estas ocasiones no nos supone mucho estrés e incluso podemos sentir alivio. Pero otras veces la vida nos sorprende, para bien o para mal, por ello tendremos periodos positivos y otros negativos, buenos y malos tiempos se sucederán unos tras otros a veces con tanta rapidez que podríamos pensar que nuestra vida es una montaña rusa.
Si el cambio es a positivo, nos llega un amor, nos toca un gran premio de Lotería, nos sale un trabajo estupendo, aceptaremos con alegría esta gran suerte y pensaremos, erróneamente, que será así siempre, Pero la vida no es así, tiene parte buena y mala, bonitas épocas, años tranquilos, años ilusionantes, tiempos apasionante… pero también tiempos dolorosos, tristes, inquietantes, angustiantes, frustrantes…
Estamos viviendo un momento dulce y de repente un acontecimiento, más o menos traumático, vuelve nuestra vida del revés. Todo cambia, nos viene un disgusto más o menos serio, más o menos doloroso, pero produciendo un intenso cambio en nuestro día a día marcando un antes y un después. Puede ser fallecimiento de un familiar, el despido inesperado de un trabajo, un divorcio, una enfermedad grave, un accidente…y lo que era nuestra tranquila vida pasa a formar parte del pasado.
Todo un cúmulo de emociones nos invaden. En nuestra vida de repente no existe nada más que la situación en la estamos envueltos.
En este momento somos incapaces de ver que el tiempo pasará, que llegarán tiempos mejores, porque en esta vida, de uno u otro modo, ya lo he dicho, todo cambia, todo pasa.
Siguiendo el Modelo de Kübler-Ross (Elisabeth), cuando un hecho traumático sacude nuestras vidas pasamos por varias etapas. Según este modelo las etapas del duelo ante una pérdida serían 5:
1º Negación
2º Ira
3º Negociación
4º Depresión
5º Aceptación
Estas etapas pueden tener mayor o menor duración, se puede estar en una y retroceder a la anterior, es un proceso que varía en cada persona.
La primera reacción suele ser la negación, “esto no me puede estar pasando a mí”, (siempre pensamos que hay cosas que sólo le pasan a los otros, también las buenas). Hay una incapacidad para aceptar la realidad y un total sentimiento de incredulidad.
Después, generalmente, nos invadirá la ira, el enfado con la vida, con el destino o con Dios (dependiendo de las creencias de cada cual).
Tras la ira intentaríamos llegar a un acuerdo con la vida, con Dios… (si le curas iré a Misa todos los días, si mi hija sobrevive a la operación pasaré mucho más tiempo con ella y seré más paciente con toda la familia, haré un donativo a una ONG…)
La frustración es grande cuando nada parece funcionar, y entonces, sombríamente, aparece la depresión, el decaimiento absoluto, la tristeza nos envuelve y nos sentimos incapaces de seguir adelante.
Pero pasará el tiempo, más o menos largo, y llegaremos a aceptar lo que nos está pasando, pensaremos que ha llegado el momento de tomar decisiones y seguir adelante. Sentiremos que no hay vuelta atrás, que hay un antes y un después y lo aceptaremos. Un nuevo episodio se abre ante nosotros, hemos de seguir por n nuevo sendero en nuestro camino de la vida.
El tiempo pasará y volveremos a sonreír. La vida nos sorprenderá en cualquier momento con un hecho positivo que hará que vivamos cada día con una nueva ilusión. Un nuevo miembro llegará a la familia, nos ofrecerán un trabajo fantástico, conoceremos a personas que alegrarán nuestras vidas, encontraremos un nuevo amor…
Vivamos por lo tanto, y en lo posible, con una actitud positiva todo lo negativo que pasa en nuestras vidas. Hemos de afrontarlo de la mejor manera posible y cuanto antes para salir adelante. La esperanza debe ser nuestra compañera en el día a día. Afrontar las cosas con una actitud positiva hace que se resuelvan antes y que nosotros/as no nos sintamos tan mal tanto tiempo. Una actitud negativa sólo enlentece nuestra salida de la mala época, cuanto antes aceptemos la nueva situación antes iniciaremos un nuevo camino y antes llegará el momento en el que todo irá mejor. Porque, no lo dudes, ese momento llegará.
«Doctor Syntax, Rural Sport» Thomas Rowlandson (1756–1827)
Read Full Post »