“La violinista” de Paolo Giovanni Bedini
La agorafobia, según el Manual Diagnóstico y Estadísticos de los Trastornos Mentales (DSM-V), es la aparición de ansiedad en lugares o situaciones en las que resulta muy difícil escapar, o donde no se puede recibir ayuda en el caso de que ocurra una crisis de ansiedad.
Criterios DSM-V para el diagnóstico de Agorafobia. Fuente: American Psychiatric Association:
Miedo o ansiedad intensa acerca de dos (o más) de las cinco situaciones siguientes:
1- Uso del transporte público.
2- Estar en espacios abiertos.
3- Estar en sitios cerrados.
4- Hacer cola o estar en medio de una multitud.
5- Estar fuera de casa solo/a.
En la agorafobia la persona teme o evita estas situaciones debido a la idea de que escapar podría ser difícil o podría no disponer de ayuda si aparecen síntomas de pánico u otros síntomas incapacitantes o embarazosos (palpitaciones, sofocos, sensación de falta de aire, necesidad urgente de escapar de la situación, miedo a gritar, a echar a correr, sensación de angustia…)
Las situaciones agorafóbicas se evitan activamente, requieren la presencia de un acompañante o se resisten con miedo o ansiedad intensa (la persona soporta la situación haciendo un enorme esfuerzo de control y con síntomas de ansiedad).
El miedo o la ansiedad es desproporcionado al peligro real (es muy improbable que en un cine, por ej. se produzca un incendio u otra situación que nos hiciera abandonar en recinto de forma apresurada).
El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en el ámbito social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. Las personas suelen evitar estas situaciones limitando su vida en general, trabajo y/o relaciones sociales pueden verse seriamente afectados (abandono del trabajo, salidas con amistades, con la pareja…)
La persona que en una primera ocasión sienten malestar estando en el exterior dentro de una situación concreta, evitará esta situación. Esto tiene numerosas consecuencias. Primero, que los miedos son “contagiosos”, las fobias se generalizan y probablemente esta persona desarrolle síntomas ante otras situaciones. En segundo lugar, va a ver limitadas sus relaciones sociales (evitará ir al cine, al trabajo, a un restaurante, a salir al campo, a un centro comercial, a salir de paseo…) Finalmente, todos estos miedos, ya extendidos, ya generalizados, pueden llevarle, en casos extremos, a recluirse en casa.
Salir de esta situación es tremendamente difícil, sobre todo si hemos llegado al extremo de recluirnos, por ello, es muy importante parar esto cuando empieza.
Daré aquí unos consejos generales:
- Si una situación nos da miedo, hemos de afrontarla, si no podemos, en principio, hacerlo solos/as, pediremos a alguien que nos acompañe.
- Es esencial mantenernos en la situación (en el entorno que nos da miedo y nos produce malestar) el tiempo necesario hasta que los síntomas disminuyan, sólo entonces nos podemos ir.
- Se trata de ir haciéndolo poco a poco, de forma gradual (desensibilización sistemática), de menor a mayor exposición a ese entorno que nos atemoriza. Primero, si es necesario, acompañados/as y después solos/as, de menos tiempo a mayor tiempo. Si ya has llegado al extremo de no poder salir de casa porque has sufrido verdaderos ataques de pánico, supongo habrás buscado ayuda profesional, si no lo has hecho, no te demores en hacerlo.
- Controlar la respiración es muy importante, respirar por la nariz, llevar el aire hasta la tripa, y soltarlo muy despacio por la boca (evitando por lo tanto hiperventilar) nos ayudará a sentirnos mejor. Puedes practicarlo en casa, en tu ambiente seguro y tranquilo, y, cuando ya tengas dominada la técnica, hacerlo en la calle y en la situación que te produce ansiedad.
Estos son algunos consejos que, muy de forma general, desde aquí puedo dar, si veis que no podéis hacerlo solos, buscad ayuda de un/a buen profesional.
Centrándonos en nuestra situación actual, sufriendo una pandemia y tras un tiempo de confinamiento en casa (en España de momento llevamos desde el 15 de marzo y se prolongará hasta el 9 de mayo), se darán con probabilidad casos en los que la persona tenga miedo a salir de casa, salir de un entorno seguro a otro que se siente menos seguro o directamente inseguro. Estamos en una especie de burbuja, dentro de casa todo está bien y fuera podemos pensar que está el coronavirus (Covid-19). Por ello habrá personas que desarrollen este trastorno, agorafobia, y que dado que la causa es la pandemia y sus consecuencias (confinamiento sobre todo), este trastorno presentará algunas características específicas:
Probablemente, las personas que sufran síntomas de agorafobia al salir de casa (quizá empiecen a experimentarlos aún antes, sólo con la idea de abandonar el hogar), lo hagan en espacios abiertos más que en sitios cerrados (salvo que en estos haya mucha gente), y no serán muy frecuentes en las colas dado que es algo que se ha producido en las salidas habituales en el tiempo de confinamiento. Otra cosa sería si observamos que alguien no guarda la distancia de seguridad, entonces sí es probable que se puedan sentir síntomas de ansiedad (taquicardia, sudores fríos, sensación de falta de aire, miedo a perder el control…pudiendo llegar a sufrir un ataque de pánico). Es de esperar que la cercanía de personas desconocidas nos ponga nerviosos/as, y tratemos de evitarla. Igualmente, y dependiendo de la actividad que hayamos desarrollado durante el confinamiento, evitaremos supermercados y otros sitios cerrados y con gente.
Como me estoy centrando en que el miedo a salir de casa se produzca como consecuencia del confinamiento por la pandemia, es de esperar que el problema, si lo afrontamos, se irá solucionando poco a poco, conforme veamos que no pasa nada, que no nos contagiamos, que seguiremos bien, para ello, por supuesto, hemos de tomar todas las medidas marcadas por los expertos y nuestro sentido común. En cualquier caso, si nos da miedo salir de nuestro entorno seguro, hagámoslo poco a poco, salgamos un tiempo reducido y cerca de casa, con el objetivo marcado de ir ampliando tiempo (hasta el máximo marcado por el Gobierno) y el espacio (igualmente respetando las normas). Seguro que en poco tiempo se irán pasando los miedos, nuestro corazón palpitará tranquilo y relajado y respiraremos con la calma que marca nuestro funcionamiento interno. Todo irá bien.
Mañana domingo, día 26 de abril de 2020, los/as niños/as menores de 14 años podrán salir de casa, será como máximo una hora, una vez al día, acompañados de un adulto (máximo tres niños/as) y en un radio de 1 km. El miedo que tengan los/as niños/as vendrá marcado en buena parte por el que tengan los padres. Éstos han de procurar transmitirles tranquilidad y seguridad. Decirles, que tomando las oportunas medidas de seguridad, no les va a pasar nada, a ningún miembro de la familia le pasará nada (obviamente la explicación será acorde a la edad del/de la menor). Y lo dicho anteriormente vale para los menores, si les da miedo,salidas reducidas, pero, eso sí, que se tranquilicen antes de llevarlos a casa, esto es muy importante. También intentar distraerlos con cosas agradables del entorno y, por favor, pongamos risas, que nos hacen falta.
La vuelta a casa hagámosla de forma tranquila y, como si fuera un juego, no os olvidéis del aseo y desinfección al llegar a casa ¿eh? siempre con aire divertido. Hagámoslo fácil.
Cuidaos mucho y, cuando llegue el momento ¡disfrutad del aire libre y la naturaleza!